LOS AVELINOS
Entre comentarios y relatos de nuestros padres, abuelas, tíos y veteranos crecimos los hijos de San Jerónimo de Tunán (pueblo chico todos somos parientes de una y otra manera) de ahí el involucramiento con la historia y el sentido de la DANZA DE LOS AVELINOS. Sus orígenes se remontan a la posguerra del “Pacifico” o “guerra por el Guano y el Salitre” (1879-1883).
Un grupo de sobrevivientes de la batalla de Huamachuco (Trujillo) dio nacimiento a la institución Auxilios Mutuos San Roque, en memoria de sus hermanos guerrilleros que jamas retornaron a la tierra que los viera nacer, al ofrendar sus vidas por la patria a lado del tayta Cáceres, quien generó bravura y pundonor, ganándose el apelativo del “Brujo de los Andes”.
“La danza es una parodia histórica que encierra un contenido de crítica social, cultural y espiritual ” subraya el historiador chalaysanto (apelativo de los sanjeronimianos) Juan Cangahuala Malpica. Así comienza la historia de la danza de los Avelinos de San Jerónimo de Tunán, provincia de Huancayo, departamento de Junín-Perú.
PINCELADA: ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El 5 de Abril de 1879 el Estado chileno declara la Guerra al Perú. Bolivia y Chile venían sosteniendo un litigio a inicios de 1879 sobre unos impuestos y un tratado por resolver. Bolivia eleva nuevo impuesto a la exportación salitrera por compañías chilenas en Antofagásta (territorio boliviano). Chile exige someter a arbitraje, el gobierno boliviano argumenta que es un tema interno y embarga las instalaciones del salitre y mineral poniéndolo en remate, ese mismo dia las fuerzas sureñas toman Antofagasta, al mes siguiente la guerra estaba declarada.
El Perú que mantenía un Tratado de Alianza Mutua con Bolivia envía un plenipotenciario al vecino país para mediar, como respuesta consigue la declaración de guerra. Para entonces la situación económica, política, militar y social que atravesaba Perú como Bolivia eran muy difíciles. En pleno conflicto, Bolivia abandona la guerra al poco tiempo.
El territorio peruano de Tarapacá, Arica y Tacna es invadido por las fuerzas araucanas que se habían preparado para un conflicto bélico, sin embargo, el Perú contó con la grandeza de hombres y mujeres que entregaron sus vidas con valor y dignidad (como señala Jorge Basadre en su libro, Historia de la República del Perú, Grau en el Pacifico, Bolognesi, Cáceres, Leoncio Prado, por tierra, entre miles de combatientes anónimos). Diciembre del 1879 el presidente Mariano Ignacio Prado Ochoa viaja a Europa (argumentando adquirir unidades navales) y Nicolás de Piérola realiza un golpe de estado prometiendo organizar la resistencia en Chorrillos, San Juan y Miraflores en Lima, pero el poderío chileno en tropa y artillería rebasan en medio de la férrea resistencia de valerosos peruanos, mientras que otros como Piérola y grupo de oficiales fugan rumbo a la sierra en pleno combate, cuando la ciudad ardía, era saqueada, los heridos repasados y los sobrevivientes rebuscados de rincón en rincón para ultimarlos.
Desarrollada la hecatombe entre el 13 y 15 de enero de 1881 el 17 estaba totalmente tomada Lima. El golpista (“dictadura ambulante” le tildarían algunos patriotas) desde Ayacucho envía un emisario ante el jefe chileno buscando un entendimiento, pero no lo recibe, tenía entre manos a Miguel Iglesias para sus negociaciones. Iglesias (ministro de guerra de Piérola) había sido capturado en la batalla de San Juan y después aparece convertido en plenipotenciario de los chilenos, acto seguido enviado a Cajamarca para desarrollar propaganda derrotista en la población llamando a “sellar la paz” a cambio de entregar Tarapacá, Arica y Tacna con el guano y el salitre, así como desprestigiar la Campaña de Cáceres y sus breñeros en la zona norte.
Concepción ciudad heroica: 9 y 10 de julio 1882 triunfadora sobre la barbarie, pillaje y humillación de los invasores en nuestra propia casa, al mando del estudiante “Isabelino” Ambrosio Salazar con la “Columna Comas” y demás pueblos del valle y del centro del país.
“PADRES, MÉDICOS Y ENFERMERAS SALVAN LA VIDA DEL CORONEL CÁCERES …
El día 15 en plena batalla de Miraflores, Cáceres que a lado de Bolognesi defendiera Tarapacá, recibe un balazo en la pierna sacándolo de combate, auxiliado por los padres jesuitas, trasladado al centro ambulatorio del convento de San Pedro; el 17 aparecen los jefes chilenos buscándolo e interrogando con prepotencia a médicos y enfermeras a lo que respondieron no haberlo visto. Al respecto recojo del blog de la actriz y poeta Delfina Paredes el siguiente pasaje basado en las Memorias de Cáceres:
“En San Pedro, el personal de servicio negó mi estancia allí, temiendo me tomaran prisionero. Al día siguiente volvieron dos altos jefes diciendo que me querían saludar en nombre del general Baquedano quien me ofrecía toda clase de garantías. El jefe y personal de la ambulancia agradecieron cortésmente el saludo y los invitaron a pasar donde se atendían los heridos, haciéndoles ver que yo no me encontraba en ese lugar. Los jefes chilenos satisfechos con las atenciones recibidas se retiraron. Pero entre tanto se me había ocultado en la celda del Padre Superior; a su bondad y celo debí el no haber sido prisionero del enemigo”.
A escasos tres meses y aún convaleciente, Cáceres enrumba a la sierra central el 15 de abril de 1881 en compañía de su ayudante el capitán José Miguel Pérez para organizar la resistencia de lo que sería la Campaña de la Breña. Así tuvimos después al “Brujo de los Andes”, quien burló al ejercito sureño en muchas ocasiones, con tácticas de desconcierto y ataques sorpresas haciendo que se replegaran, muchas veces dejando regado armamentos y parte de su artillería moderna. Ahí quedan testimonios de significativas hazañas como: Sierra-Lumi (Comas), Concepción, San Jerónimo, Huancayo, Pucará, Marcavalle, Zapallanga, Tarmatambo, otras del centro y centro-sur del Perú.
UNOS DEFENDÍAN CON DIGNIDAD CUANDO OTROS HUÍAN O NEGOCIABAN
El Tte Gral (r), Ovidio Avila Sánchez, en su ensayo, El Heroico sacrificio del batallón de infantería “San Jerónimo” No. 10, resalta la contribución patriótica de jóvenes y adultos, hombres y mujeres del distrito de San Jerónimo de Tunán, provincia de Huancayo, particularmente en la Campaña de la Breña de la siguiente manera:
“defendieron el honor y la dignidad del Perú, cuando los políticos y malos peruanos de entonces, habían perdido la fe en los destinos de la patria. Algunos huían sucesivamente al extranjero y otros conversaban amigablemente con el enemigo para retacear y regalar el territorio peruano, en un acto de perfecta traición a la patria que los vio nacer y los cobijó.”
“A esa batalla concurrieron los peruanos de verdad, que se oponían a un tratado de paz con Chile sobre la base de entrega de territorios… no fueron soldados profesionales, la mayoría eran anónimos pobladores de la tierra Wanka…”. “El coronel Melchor Gonzáles convirtió su casa solariega en cuartel improvisado para recibir a los voluntarios que arribaban de los anexos, caseríos y poblaciones de Quichuay, Ingenio, Lastay, Quilcas, Saño, Hualhuas, Casacancha, Suitacancha, Uchubamba, Cachaybamba, otros”.
Es oportuno resaltar que Melchor Gonzáles Santiváñez, Ambrosio Salazar y Marquez, entre otros valerosos sanjeroniménses eran civiles que desconcertaron al enemigo con táctica, audacia y dominio de su territorio, por lo que el propio Cáceres les otorgó el grado de Coronel y Teniente-coronel, respectivamente, ambos participando activamente hasta la contienda de Huamachuco.
Parque Amoroso del barrio Pumacusma, al centro la estatua de la Mujer Chalaysanta en homenaje a valentía, al fondo la cumbre donde reposan los restos arqueológicos de Unishcoto, San Jerónimo de Tunán.
NUESTRAS HEROÍNAS SON DENIGRADAS DE “RABONAS”: EL PERÚ ENTERO EN DEUDA…
Avila Sánchez, prosigue… “acudían mujeres voluntarias para constituir el Escalón de Cantineras (“Rabonas”, apelativo con el que la antipatria quiso denigrarlas). Ellas constituyeron valiosas auxiliares de guerra que acompañaron al Batallón para suplir en gran parte los servicios que ofrecen las modernas organizaciones de logística, intendencia, sanidad, lavandería, transporte, bienestar y asistencia espiritual. El Perú entero está en deuda con aquellas anónimas heroínas”. Contundente artículo del exmilitar chalaysanto y miembro de la “Orden de la Legión Mariscal Cáceres”.
Sobre Manuela Patiño (esposa de Melchor Gonzáles) escribió que… “junto al comité de damas y varias mujeres de san Jerónimo tuvieron la responsabilidad de confeccionar los uniformes para la plana mayor y algunos oficiales más, la tropa marchó como pudo y fueron ellas las que bordaron el escudo de la bandera de guerra del batallón”.
COMANDANTES GUERRILLERAS: LEONOR ORDOÑEZ Y JOAQUINA AVILA
En el Valle del Mantaro uno de los distritos (de la provincia de Jauja) lleva el nombre de la comandante: Leonor Ordoñez, quien lideró una columna de hombres y mujeres contra las tropas chilenas que venían masacrando e incendiando poblaciones, denigrando la identidad andina y ultrajando la honra de las mujeres. Al respecto el profesor Luis Guzmán Palomino en su libro “Cáceres y La Breña: Colección Documental 1881-1884” subraya… “El valor y el heroísmo de la mujer peruana, demostrando en los diferentes periodos de nuestra historia, quedo reafirmado gloriosamente en la Campaña de la Breña, destacando el hecho de que varias mujeres asumieron el rol de comandantes de guerrillas. Como tales ofrendaron la vida en abril de 1882, Joaquina Avila de Lindo y Leonor Ordoñez…”
ANTONIA MORENO DE CÁCERES
Doña Antonia Moreno de Cáceres, dirigió, coordinó, aportó, desdobló sus funciones de madre ( de 3 niñas), esposa y mujer comprometida con la causa nacional. Fue estratega de mensajerías, donaciones, aspectos logísticos, otros, desde Lima hasta la sierra central en la que Cáceres y sus huestes se desplegaban en medio de las expediciones chilenas que iban tras los breñeros, pero con inteligencia logra instalarse en Tarma, Huancayo, Ayacucho, Huaráz, e infunde fuerza moral en los guerreros, así como también forma parte activa en el escalón de Cantineras a lo largo de la Campaña de la Breña.
Parque San Sebastián en el barrio Huando. Al fondo se aprecia a uno de los músicos con la corneta de cacho (Huacrapuco).
SOBREVIVIENTES CONFORMAN LOS “AUXILIOS MUTUOS SAN ROQUE”: AÑO 1908.
Un grupo de sobrevivientes de la Campaña de la Breña, forman los Auxilios Mutuos San Roque con la finalidad de participar en la fiesta del 16 de Agosto, que el distrito de San Jerónimo de Tunán celebra cada año en honor a San Roque. Así, Hildebrando Maldonado Pomalaza cita en su libro “PAGINAS DE MI CHALAY” lo siguiente:
“En 1908 Eustaquio Huamanchaqui, Paulino Laymito y Genaro Avila Meza acordaron formar una institución de Auxilios Mutuos San Roque, para bailar todos los años el 16 de Agosto”
Cuentan los abuelos, a pesar del tiempo transcurrido los pocos guerrilleros que habían retornado de Huamachuco, no pudiendo superar los sentimientos de dolor, amargura, frustración, juntándose entre ellos iban narrando la nefasta experiencia y la comunidad estaba tan conmovida, que por más intento de alcanzar algo de sosiego no hallaban explicación coherente entre el ser humano y la guerra, el desprecio por la vida, el egoísmo, falta solidaridad, divisiones y traiciones de los propios hijos cuando el destino de la madre patria estaba en riesgo. Sacando fuerzas de donde no hubo, pensando en la nuevas generaciones y recordando en lo que tanto el tayta Cáceres les inculcara “carácter para sobreponerse a todo, incluso a las derrotas…” “carácter para perseverar” “siempre carácter…” tuvieron que levantarse y seguir viviendo…
Por primera vez los ex-breñeros aparecen del barrio Huando por la calle Real con dirección al barrio Tunán, en fila de dos a pasos lentos, ceremoniosos pero coordinado (recordando sus pasos cansados al llegar por fin a casa de tanto cabrear la persecución de chilenos y antipatriotas).
Para la indumentaria idearon unas prendas maltrechas (como cuando arribaron hecho jirones tras el ocultamiento entre juncos, cuevas y tunales que les arrancaron no sólo los trapos sino hasta la propia piel), cosieron unos retazos de telas en tiras cortas de color negro, marrón y azul oscuro, sobre un saco y pantalón. Eligieron el “color serio” para llevar el duelo perenne por sus hermanos combatientes que ofrendaron sus vidas… y en segundo lugar, para identificarse de manera uniforme y ordenada). El sombrero era de lana de oveja o vicuña, la máscara confeccionada de piel de oveja, los pies cubiertos por ojotas o llanquis. Se amarraron una mantada (manta vieja de yute que el campesino utiliza para cargar el abono) sobre la espalda o en la cintura. Ojo: hasta este momento no se llaman “Avelinos”.
Los danzantes salen acompaña por una orquesta típica: una corneta de cacho, una tinya y un violín. Algunos simulan tener cierta cojera o cansancio y se apoyan en unos palos como si fuera un bastón. Vale la ocasión para destacar que la música siempre estuvo presente en la vida del sanjeroniménse, tal es así que cuando partieron a Huamachuco en el Ejército del Centro como miembros del Batallón San Jerónimo No.10, marcharon con su Banda de Músicos conformados por los propios chalaysantos.
NACIMIENTO DE LOS AVELINOS : AÑO 1912.
A la vuelta de cuatro años más se incorpora el resto de sobrevivientes, ademas de otros que muy entusiastas traen nuevos aportes para la coreografía, la vestimenta y las ideas fluyen hasta que deciden llamarse los Avelinos, en recuerdo del segundo nombre del general Andrés Avelino Cáceres y reiteran su homenaje en memoria de sus hermanos guerrilleros que jamas retornaron a la tierra que los viera nacer, al ofrendar sus vidas por la patria a lado del tayta Cáceres, quien generó bravura y pundonor, ganándose el apelativo del “Brujo de los Andes”.
En medio de esas circunstancias uno de los integrantes que era sastre propone confeccionar la vestimenta original (sin cambio alguno) sobre un terno, todos conforme, agregando que llevaran camisa y corbata (una combinación de la elegancia del chalaysanto sin perder el sentido del duelo y la uniformidad). Aparecen también las máscaras de pellejos de zorrillos, vizcachas, venados y otras de narices largas y rojas, no faltaron los que se mandaron a confeccionar imitando el rostro de Cáceres. Los sombreros sufrieron pequeños recortes en los bordes y uno que otro uso el kepí.
Así el grupo va tomando contextura y en cada fiesta del 16 de Agosto llegan los Avelinos jalando sus cañones viejos, escopetas sin balas, otros luciendo con orgullo un barco llamado “Huáscar”, no falta el que carga una maleta repleta de billetes (una crítica a los gobernantes, políticos, militares, hacendados, banqueros, industriales y golpistas, que se vendieron o fugaron al exterior preservando sus intereses cuando el Perú sangraba)( Recordemos que mientras hubieron extranjeros que dejaban el país para proteger sus riquezas también se quedaron otros enrolándose a la causa nacional de manera voluntaria, sin que sus gobiernos se los pidieran. Honor a todos ellos). Los años transcurren y los Avelinos en el 1915 adoptan el Shacteo (banquete en miniatura que se degusta entre autoridades, pueblo y visitantes).
“EL BRUJO DE LOS ANDES” CONVOCANDO, ADIESTRANDO…Y LAS ACÉMILAS…
El artífice de la victoria de Tarapacá, no hacía mucho que se encontraba en la sierra central organizando la resistencia, movilizándose a lo largo y ancho del centro y parte del sur del país, informando e instruyendo a las poblaciones la urgencia de conformar los batallones y las guerrillas (Tarma, Jauja, Huancayo, Pasco, Huánuco, Huancavelica, Ayacucho y provincias de Lima) cuando el ejercito chileno aparece en el Valle del Mantaro con dirección a Huancayo, en donde se hallaba el Cuartel cacerista.
Cáceres retornaba de las alturas de Suitacancha, Lastay, Ingenio entre otros anexos y fue alertado por su “servicios de inteligencia” que los invasores ingresaban al Valle por la margen derecha del río Mantaro, cometiendo tropelías en los pueblos e incendiando viviendas al negarseles entregar cupos…
El Tayta Cáceres, sobre la marcha convoca a los campesinos que venían trabajando en sus chacras acercarse con todos sus instrumentos de labranzas, los pastores con toda sus recuas, acto seguido hizo largas filas entre personas y animales, acomodando las herramientas, palos y rejones sobre cada uno de ellos, los amarró como si fueran tropas con el arma en alto y todos cubiertos con ponchos, mantas, mantadas, pañolones, sombreros, gorras. Otro grupo de bestias simulando cargar las provisiones y armamento… y él a la cabeza.
La tropa chilena que cruzaba por el Puente Balsa (límites de San Jerónimo de Tunán y Concepción, a 15 km.de Huancayo) de pronto ve al frente, a lo alto, en la cima del cerro (donde se ubican los restos arqueológicos de Unshicoto) acercarse un contingente de personas sin pausa, uno tras otro y en la medida que avanzan el jefe araucano se percata con asombro que se trata de Andrés Avelino Cáceres… con un ejército armado y una hilera de nunca acabar… ¡ cuál sería su sorpresa que apenas pudo exclamar ¡ es el Brujo de los Andes! y dió la orden ¡marcha atrás! ¿Cómo era posible, de Lima había salido sin personal ni armamento? ¿De dónde sacó un ejercito y con toda una logística? En su huida dejaron caballos, municiones y ranchos tendidos… Esta retirada sirvió al “Brujo” para seguir convocando más breñeros y tomarse el tiempo para trasladar su Cuartel a Izcuchaca (Huancavelica) y Huamanga (Ayacucho).
CONSOLIDAN LA SOCIEDAD AUXILIOS MUTUOS SAN ROQUE: 1918
El 16 de Agosto de 1918 por fin la agrupación consolida la Sociedad Auxilio Mutuos San Roque legalmente con Estatutos, fines y objetivos, cuyos principios de hermandad, solidaridad y la práctica de los altos valores humanos y cívicos de amor a la patria que no deben sucumbir jamas. Por primera vez eligen su Junta Directiva, liderado por el Presidente con una duración de un año, quien organizará la fiesta de Los Avelinos y al término de su gestión entregara el cargo al siguiente socio y sucesivamente irán tomando la presidencia según el orden de antigüedad.
Primer presidente, Juan Sotelo, trae novedades: los Avelinos futbolistas con un arco super pequeño y reglamento alucinante. Igualmente aparecen los Avelinos músicos con sus instrumentos muy creativos y de tamaño “económico”. La institución va tomando cuerpo y gracia.
En 1922, Severo León en la presidencia, los Avelinos estrenan la composición musical que seria característica de la danza y que al presente se mantiene. Compositor el reconocido violinista, Antonio Inga Fernández, quien pasa a conformar el Marco musical junto con Ángel Sánchez y otros socios más. Recorren por las calles luciendo orquesta propia, mientras los danzantes van distribuyendo sus programas redactados al estilo Avelinos: con humor y picardía pero sin faltar el respeto, ademas de convocar para la hora del shacteo a la población y visitantes con frases cariñosas e ingeniosas.
¿EN QUE CONSISTE EL QUIPI ?
Era 1915, al asumir el cargo Genaro Avila Meza se incorporan el Quipi como parte de la coreografía. Ocurre que los chilenos habían instalado su campamento en la ciudad de San Jerónimo de Tunán ocasionando asaltos, exigiendo cupos, embriagándose y desatando un vandalismo total y el pueblo estaba cansado. Cáceres toma conocimiento y traza un plan de espionaje conjuntamente con los habitantes. Un grupo de hombres tuvieron que esconderse durante el dia en las abras, montes y matorrales alejados de la ciudad y sólo durante la noche realizarían las tareas encomendadas.
Las mujeres eran las encargadas de llevar sus alimentos y trasladar ciertos mensajes orales sin despertar la más leve sospecha. La estrategia de ellas fue preparar el fiambre en pequeñas vasijas, envolverlos fuertemente con manteles de yutes viejos para evitar salir el aroma de la comida, luego este pequeño “paquete” acomodarlo de manera cuidadosa dentro del abono que cargarían con las mantadas, supuestamente rumbo a sus chacras.
Estas mujeres al ser interceptadas e interrogadas … ¿qué llevas o a dónde te diriges?, tenían que responder con mucho temple “llevo abono para mi chacra” y efectivamente el quipi a simple vista era desaliñada y emanaba un olor tan desagradable que los chilenos se desanimaban detenerlas o seguirlas… Así nace el quipi.
LO MAS ESPERADO POR PROPIOS Y EXTRAÑOS: HORA DEL SHACTEO
El quipi de mal olor de aquel tiempo al presente se ha transformado en uno de exquisito aroma que abre el apetito a cualquiera. Cada Avelino baja su mantada, abre y lo primero que aparece como una flor es el mantel blanco de tela con plumillas y flecos, luego la hermosa wishcata (Manta nueva) multicolor de estambre y de fondo, las sabrosas viandas graciosamente adornadas para la ocasión: como un cuy picante, una gallina vanidosa, papa a la huancaina con huevitos de pajaritos, conejo horneado por andariego, lechón aventurero, la pachamanca, el puchero, la sopa de pan, tamalitos y una variedad de platos de la región y otras innovaciones… No faltan los aperitivos, el trago para sentar el banquete y la chicha de jora para departir con la multitud.
Iniciado el shacteo primero serán las autoridades con espectaculares “presas” y demás bocados en las maravillosas vajillas, cubiertos, vasos, copas, porongos, tinajas, todos en miniatura, que arrancaran mil sonrisas hasta al personaje más serio; luego departieran con lo invitados, visitantes y público en general, es decir nadie se quedará sin degustar el banquete y como dicen los Avelinos ¡lo importante es el cariño con que se comparte y en proporciones iguales!.
Quiero resaltar las tantas veces contadas por los abuelos Avelinos ( que ya no se encuentran entre nosotros), las ollas, bandejas, teteras y demás vajillas siempre fueron en miniaturas y de barro cocido, mas adelante incorporaron las de lozas, los cristales y porsupuesto de plata y filigrana, toda vez que San Jerónimo de Tunán es tierra de grandes y reconocidos plateros y joyeros, ganadores de premios a nivel nacional e internacional. Lo mismo ocurre con los hermosos manteles de telas blancas con plumillas y flecos (costura y tejido), así como las wishcatas multicolor de estambre (tejido) por manos creativas de hombres y mujeres chalaysantas.
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